sábado, 2 de mayo de 2009

El problema de los avales cruzados entre inmigrantes, drama personal ¿y engaño?

En los últimos meses, y como consecuencia de la crisis económica, están surgiendo múltiples casos de embargos a personas que pagan puntualmente sus hipotecas por avales a terceros que incumplen.

Está sucediendo especialmente entre inmigrantes latinoaméricanos (muchos ecuatorianos, creo). Hasta ahora en España los avales más habituales en hipotecas eran entre padres e hijos pero estos avales incluyen también a amigos y a terceros. A veces una misma persona ha avalado a dos y tres más, con la paradoja de darse hasta avales cruzados.

Entiendo que los bancos pidan avales a una persona que no cumpla los requisitos para conceder una hipoteca y que un familiar esté dispuesto a dárselo, pero no veo tan claro qué gana el avalista cuando se trata de terceros desconocidos (porque realmente no veo que el banco pueda poner como condición que avale a otros, ya que eso sólo empeora el crédito de esta persona al ponerle cargas potenciales adicionales).

Muchos dicen que les engañaron. Es posible, y deberían investigarlo, pero sólo me encaja si las hipotecas han sido concedidas por agentes o entidades "no tradicionales" ansiosas de vender el máximo número de hipotecas posible (cabe recordar que la figura del agente fue clave también en las hipotecas subprime, Alt-A, etc. en Estados Unidos). Por otro lado, nadie está obligado a firmar nada (y una aval para ser efectivo suele ser muy preciso y claro) por lo que igual a la incultura y el posible engaño se ha unido la conveniencia y el interés del "estafado" en conseguir la hipoteca.

Puede ser similar al caso de Afinsa o Forum Filatélico donde los estafados sólo piden responsabilidades a las autoridades cuando han perdido su dinero pero no dicen nada mientras obtenían rentabilidades "sin riesgo" muy superiores a las de cualquier depósito. Si cambiamos "perder su dinero" por "ejecutado el aval" y "rentabilidades sin riesgo ..." por "hipotecas que no podían conseguir" y suena parecido. Sigue siendo una estafa, pero hay que reconocer que en ocasiones parece que muchos estafados no querían verlo o no pensaban mucho en ello. Si algo he aprendido con el tiempo es que si algo parece demasiado bueno es que ES demasiado bueno. Nadie regala nada, si alguien te da una hipoteca más barata o te la da cuando otros no te la da a cambio de avalar a otra persona, por algo será.

Lo que no entendía es cómo los bancos aceptaban esos avales. Según lo que he leído, hacían todos los avales en dos o tres días para evitar que aparecieran en el CIRBE (sistema del Banco de España con datos de deuda de cada persona) y evitar los problemas. Eso es un fraude ... a los bancos. Esto es lo que me hace creer que la mayor parte de estas hipotecas las concedían agentes o intermediarios o directores de oficina con demasiadas ganas de cumplir objetivos.

Evidentemente es un tema muy complejo, pero hay varias conclusiones a extraer:

1) Un aval es efectivamente como una deuda. No hay que prestar un aval si no se está dispuesto / se puede hacer frente a la carga "potencial".

2) Hay que tener mucho cuidado con lo que se firma, especialmente si parece "demasiado bueno".

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